visitas guiadas a la Antigua Casa de Convalescencia del Hospital General...

El Antiguo Hospital de la Santa Cruz fue una necesidad del siglo XV por toda la ciudadanía de Barcelona. Las obras se iniciaron el febrero de 1401 y finalizaron el 1450, pero no fue hasta el siglo XVII cuando el edificio se amplía con la construcción de la Casa de Convalecencia.

¿Por qué surge esta ampliación?

La necesidad de disponer de más espacio por los enfermos era una preocupación importante, puesto que una vez curados no salían completamente recuperados del hospital, y a veces, había hasta tres enfermos en una misma cama. Esto generaba un problema: obligaba a dar de alta muy temprano a los pacientes y predisponía su recaída de la dolencia. Y como consecuencia consumía los recursos limitados del hospital porque tenían que reingresar de nuevo a los enfermos.

Así pues, la Casa de Convalecencia funcionaba como un establecimiento independiente del resto del hospital, inaugurado en enero de 1680 durante la festividad de San Pablo, presentaba doscientas camas de hierro y cuatrocientos colchones y cuadros para “animar la vista a los enfermos”, y daban carne y postres a todos aquellos que podían consumir. El vínculo institucional entre la Casa y el Hospital siempre fue evidente, tanto que, al trasladarse el hospital a la sede actual del edificio modernista en el siglo XX, también lo hace la Casa de Convalecencia, en un edificio independiente que se sitúa junto al resto de pabellones del actual Hospital en activo.

En el siglo XVII uno de los problemas más destacados eran los recursos y su financiación. Y gracias a la caridad y las donaciones del Consejo de Ciento, de la Diputación de Barcelona y de cuatro nobles de Barcelona: Pau Ferran, Lucrecia de Gualba, Victòria Astor, y Elena Soler fue posible la fundación de la Casa de Convalecencia al siglo XVII.

Una vez más se demostraba el esfuerzo de los ciudadanos, de la nobleza y la realeza por su Hospital, puesto que una población más sana y fuerte sería más productiva y por tanto daría más riqueza a la Corona.

El edificio inicia su construcción el 1629, pero no acabó de manera definitiva hasta el año 1680 a causa de diferentes contratiempos como pestes, incendios, falta de presupuesto, etc. En 1921 pasa a ser propiedad del Ayuntamiento hasta que en 1931 se convierte en sede del actual Instituto de Estudios Catalanes (IEC).

Pero además de todas las anécdotas históricas que se explican en las visitas guiadas, la magia de este espacio se muestra en su arquitectura de estilo barroco con una obra maestra que es la capilla, aparte de otras salas, pero obedeciendo a las necesidades del espacio: el interior más ventilado, iluminado y alegre y cómodo para los pacientes, para así ayudar en su recuperación.